Os dejo un cuento por si queréis trabajarlo con vuestr@s hij@s
Cuento infantil: La abeja con mal genio
Cuento infantil para enseñar el valor de la paciencia tolerancia y amabilidad
Érase una vez una abeja que siempre tenía mal genio, respondía mal a los demás y no tenía paciencia. Aquel día desde la mañana la abeja, como de costumbre, andaba bravísima, aunque el día era hermoso y con brisa liviana, y la tierra estaba cubierta de flores y muchos pájaros se encontraban volando cerca.
Aunque todo este esplendor a nuestra amiga la abeja con mal genio nada le impresionaba, nada le gustaba y siempre estaba molesta y como estaba llena de rabia nunca podía ver nada hermoso.
Algunas flores rojas y blancas le dijeron “adiós” y ella ni siquiera se volteó a mirar nada, siempre tenía mucha rabia y estaba de mal genio, sorda, ensimismada y concentrada en su rabia no había nada que la hiciera voltear.
¡Buen día! Le dice un pajarito y ella, por poco no reventó de la furia, era de tan mal genio que nadie podía hablarle, porque roncaba con furia, dejando al pobre pajarito sorprendido y alejándolo de ella, así transcurre su día volando y volando y de muy mal genio con todos en el bosque, flores y pájaros y otros insectos y animales.
A la caída de la tarde iba tan furiosa la abeja, y con tan poca paciencia ya que de pronto, se encontró encerrada dentro de una casa, y cuando pronto oscureció con la caída del sol se queda a oscuras en aquella casa.
Pronto empieza a sentirse más y más furiosa por aquello que le había sucedido y comienza a dar golpes a las paredes quedando cada vez más y más lastimada. Nombrando a veces los mil demonios por no poder salir en vez de estar serena y calmada, de peor genio se puso con cada golpe en las paredes. Y en vez de ponerse tranquila ¿saben lo que hizo? Se puso de peor genio…
La abeja de mal genio se puso a dar cabezadas en los vidrios de las ventanas de aquella casa oscura y pronto desesperó y aún se iba poniendo más y más brava y ¿sabes qué? Las ventanas y puertas de aquella casa estaban abiertas, pero la abeja de muy mal genio, por eso, no pudo verlas, solo se iba poniendo cada vez de peor genio.
Muy pronto se agotó de tanto golpearse y cayó a la mesa dentro de un vaso con muy poca agua de donde hasta un mosquito se salvaría, pero ella muy rabiosa y cada vez más por todo aquello que le ocurrida, no pudo salir del agua ya que estaba más rabiosa aún a verse mojada.
De tanto chapotear y mover sus alas en el agua con una furia enloquecida muere ahogada la abejita mal humorada. ¡qué triste! Son éstas las cosas que pasan que pasan cuando no se tiene paciencia para afrontar los problemas ni tolerancia con los demás ni con nosotros mismos. Aprende un poco de la abeja con muy mal genio.
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